7 mar 2011

DIA 25 – Jueves

Sofía se subió a su coche e iba escuchando canciones y coreando las partes que se sabía cuándo se da cuenta de la hora que es eran las 9:15 de la mañana -¡Sofi, creo que llegaste tarde a la entrevista!- dijo tranquila acelerando. Al llegar a aquella institución donde la había citado para su entrevista entró y todos los hombres la quedaron mirando estaba acostumbrada, mientras las mujeres la miraban con recelos como siempre. Pasó por al lado de un secretaria que le dijo a otra: -¿Pero qué clase de tipo de mujerzuela es esa?- dijo envidiosa. Sofía escucho ese comentario y cuando paso por su lado les dijo: -¡Soy la clase de mujer que vuelve locos a los hombres!- dijo pasando por al lado de uno que la miraba atontado de tanta belleza ella se giró, le guiño el ojo y luego se giró a las secretarias que la miraban con la boca abierta.

-¿Ven?... ¡pobre de ustedes!- dijo haciendo pucheritos y dirigiéndose en busca mía, sin antes sacarles la lengua a las dos secretarias que aún no le despegaban la mirada de encima. Siguió su camino hasta llegar a la oficina de la gerencia general no encontrando a nadie en la recepción. Como su personalidad entro sin preguntar y la primera mirada que observo fue a mí.

-¡Lo siento, soy Sofía Soria!- dijo levantando la mano y moviendo sus deditos.

Una chica de pelo castaño que ingresaba detrás de Sofía me saludó muy amablemente también moviendo la manita.

-¡Hello!- dijo sonriendo -¡Me llamo Ashley Vargas, un gusto!- dijo riendo más ampliamente.

-¡El gusto es mío!- dijo Sofía poniéndose en la fila mientras yo no le quitaba la mirada de encima -¡Lo siento por el atraso es que el tráfico estuvo horrible!…

-¡Dímelo a mí que vengo todos los días en mi moto con un tráfico terrible!…

-¿Tiene una moto?... ¡qué bacán!… ¡a mí me fascinan las motos!…

Agarré los documentos de ambas señoritas.

-¡Señorita!… ¡Ashley!... ¿puede esperar afuera por favor mientras entrevisto a la primera persona?... ¡Gracias!…

La muchacha salió de aquella oficina un tanto confundida.

-¿Por qué sonríes como un… quinceañero?- preguntó Sofía, seria.

-¡Por ver tanta belleza!- dije viendo sus labios.

-¿Así?- dijo Sofía viendo que la mirada iba para sus labios se los mojo muy sexy y se mordió el labio inferior.

Levanté los ojos y me encontré con sus hermosos ojos azules.

-¿Te han dicho que tienes unos ojos hermosos?- dije clavando la mirada en sus ojos.

-¡Sí!- dijo -¡Pero nunca en una entrevista de trabajo!- dijo encogiéndose de hombros y desviando la mirada.

-¡No se diga más!… ¡el puesto es tuyo!…

-¿Y qué hay de la otra señorita que está esperando afuera?…

-¡Qué pena por ella!… ¡necesito que seas la nueva secretaria de esta área!- dije.

-¿Por qué sería?- preguntó Sofía nuevamente mordiéndose los labios.

-¿No lo sé?- dije atontado -¡Señorita Soria!… ¡no encuentra usted que estamos en una mala posición!- dije riendo.

-¿Sabe mucho de posiciones acaso?- preguntó Sofía levantando un ceja y mirándolo burlona.

-¿Perdón?- pregunté, quedando boquiabierto tras las palabras con doble intensión de Sofía.

-¡Perdonado, bebe!- dijo riendo -¿Y bien?- dijo cruzando las piernas de una manera muy sexy mientras la observaba.

-¡Señorita Soria!- dije serio -¿Podría usted sentarse bien sin provocar?...

-¿Provocar?- dijo cruzando sus manos alrededor del pecho y frunciendo el ceño.

-¡Si te sientas de esa forma y muestras tus!- dije mirando las piernas y quedando sin respiración -¡piernas!- dije soltando la respiración.

-¡Soy así, así me visto, así me siento, y así me quedaré!- dijo seca -¿y bien?- dijo indiferente.

-¡Perfecto, veo que nos entendemos!- dije sarcásticamente.

-¡De maravillas!- respondió sonriéndome.

-¡Bueno Sofi!...

-¡Sofía!- dijo seria -¡Sofi para los amigos y personas importantes al igual que mi numero privado!…

-¡Ok!- dije riendo -¡Sofía!- dije remarcando la S -¡Necesito una secretaria urgente para esta área!...

-¿Tiene muchas en las otras salas del casting?- dijo interrumpiéndolo nuevamente.

-¡Pero te necesito a ti!- dije mirándola con un suave brillo.

-¿Así?- dijo Sofía intrigada y apoyándose en el escritorio de forma inclinada y con los brazos cruzados como apoyo en el escritorio.

-¡Pues, sí!- dije sonriéndole e inclinándome en la misma posición de ella mirándonos alegres a los ojos -¡¿Y qué dices?!…

-¡Que sí!- dijo sonriéndole.

-¡Perfecto!... ¡entonces comenzamos hoy mismo!…

-¡Es usted muy coqueto!… ¿lo sabía?...

-¡Sí, lo sabía!… ¡pero, solo eso!… ¡coqueto!… ¡nada más!…

-¡Si usted lo dice!…

-¡Bueno Sofía, pediré a Josefa que venga a enseñarte lo que debes hacer en esta oficina y luego ella te llevará a la oficina de personal donde te atenderá la señora Rosa!… ¡y ella te dirá donde será tu ubicación!…

-¿Eso quiere decir que ya no estaremos juntos?... ¡solo pregunto, si no es inconveniente!…

-¡Yo estaré por acá de vez en cuando!… ¡mi área es la de capacitación y proyectos… así que nos veremos siempre!…

-¡Espero que así sea!… ¡Ricardo!…

Sonreí y salí de aquella oficina dejando a Sofía detrás.

-¡Josefita, por favor enseña a la nueva niña el trabajo que tiene que desempeñar y luego la llevas donde la careculo de Rosa!…

-¡No hay problema Ricar!- respondió Josefa -¡Se nota que esta nueva secretaria aprobó en una!- dijo sonriendo.

-¡Pues!… ¡tiene sus cualidades!…

-¡Si huevón!… ¿ya le metiste ojo a la cojuda, no es así?..

-¡No negrita!… ¡esta vez quiero jugar bonito con Verito!… ¡sin hacer huevadas!… ¡además, sabes que si estoy con alguien, solo estoy con esa persona!…

-¡No, ahí te equivocas!… ¡lo correcto es: si te tiemplas de alguien no haces huevadas!… ¡te vuelves el más fiel de todos!…

-Ja, ja, ja... ¡tienes razón!… ¡pero, esta vez es diferente!… ¡quiero estar bien con Vero!… ¡ella merece ser tratada bien!… ¡y yo la quiero bastante!…

-¡Me parece bien lo que estoy escuchando!… ¡y me sorprende viniendo de tu boca!…

-¡Oye!… ¡tampoco soy tan malo!…

-¡No eres malo!… ¡pero, eres un pendejo!…

-¡Era negrita!… ¡era!…

-¡Ver para creer!…

-¡Ya no me tientes con las ideas ni con los juegos de palabras!… ¡lo que necesito es que me cubras, ya que quiero salir a ver a Verito!…

-¡Si es por esa buena causa!… ¡pues te cubro!…

-¡Gracias Josefita linda!…

-¡Sin muchos palabreos por favor!… ¡mira que te conozco bien!… ¡y conmigo no funciona tu floro!…

-¡Ok!… ¡entonces safo!…

Me dirigí velozmente al estacionamiento donde se encontraba mi motocicleta y me fui a mi departamento. Al llegar a mi habitación comencé a desprenderme de mis prendas dejándolas tiradas por donde cayera. Me senté en la cama y observé sobre la mesa del comedor la carta que había dejado Cristina antes de desaparecer, y que aún estaba sin ser leída. Me levanté directo hacia la mesa cuando de pronto sonó el celular.

-¿Aló?... (…)… dime negrita que pasó… (…)… ¡NO JODAS!… como… cuando… donde… ¿y donde chucha estuve?… (…)… ¡putamadre!… me descuadras negra… no te preocupes, mañana hablamos mejor… ¡Esta noticia no me la esperaba!…

Apenas terminó la llamada, sonó nuevamente el celular.

-¿Y ahora quien chucha es?... ¿Aló?... (…)… ¡señor Segundo, buenas tardes!… (…)… lo que sucede es que me sentía un poco indispuesto e inventé una excusa para retirarme de la oficina, como usted se puede haber dado cuenta ya conseguí a una nueva secretaria para la gerencia… (…)… (…)… Como no señor Segundo, no se preocupe, voy a donde usted se encuentra en unos minutos… hasta luego…

Colgué nuevamente el celular y me puse nuevamente mi ropa de oficina. Salí de mi departamento. Encendí mi motocicleta y fui rumbo a un lugar establecido por mi jefe superior. Mientras conducía, no dejaba de pensar en cuál sería el contenido de la carta dejada por Cristina. Miles de ideas corrían por mi mente.

Al llegar a la dirección indicada por mi jefe, me di con la sorpresa de que era un bar escondido, discreto. Ingresé por medio de algunas personas en estado de ebriedad, sentadas alrededor de unas mesas acompañadas de jóvenes señoritas. Seguí en la búsqueda del señor Segundo, hasta que entre las sombras noté que un brazo se agitaba llamándome. Me dirigí directo donde aquel personaje se encontraba -¡Buenas tardes señor Segundo!…

-¡¿Cómo estás Ricardo?!… pero; siéntate muchacho, no te quedes parado…

-¡Muchas gracias!…

-¡Gracias a ti por venir!- dijo satisfecho -¡Discúlpame que ya esté un poco avanzado de copas!…

-¡No tiene por qué!…

-¡Pero!… en fin… te confieso algo… ¡llamé a muchos de mis amigos para que me acompañen a tomar unas cervecitas!… pero, me salieron con excusas tontas, sin fundamento… ni sentido… (…)… ¡Hoy la presidencia regional tomó una drástica decisión con lo que respecta a la dirección de la institución donde laboramos!… ¡Me imagino que ya debes estar enterado!… las malas noticias siempre corren mucho más rápido… aunque en este caso para algunos de tus compañeros, esta debe de ser una buena noticia… ¿no es así?... pero, en fin… las cosas ya están dadas y no hay vuelta hacia atrás… aunque ahora me arrepiento de lo que hice…

Los ojos de aquel hombre se llenaron de lágrimas mientras el silencio invadía aquella conversación.

-¡Nunca debí de dejar a mi esposa!… ¡nunca por un culo que solo aprovecharía mi posición en este gobierno de turno para escalar más alto!… ¡María siempre estuvo a mi lado en las buenas y en las malas!… ¡en mis necesidades y en mis abundancias!… ¡Nunca valoré eso!… ¡Nunca me dio algún tipo de problemas!… ¡Nunca alguna discusión!… ¡Era perfecta!…

-(¡Jódete rechuchetumadre! ¡Jódete por hijo de puta! ¡Jódete por cojudo!… ¡Al fin el pobre viejo cobró su propia venganza por haberle causado su muerte!… aunque de una forma indirecta; pero, lo hizo)- pensé mientras Segundo seguía hablando.

-¡Ayúdame Ricardo para poder regresar a casa!… ¡me arrepiento de lo que hice!… ¡intercede por mí!… ¡habla con Verito!… ¡que convenza a su tía de que me perdone!…

-¡Pero, dígame que fue lo que ocurrió!… ¡qué medidas tomaron en la presidencia regional!… ¡no entiendo ni michi de lo que está pasando!…

-¡El presidente regional me dio una patada en el culo!… te diré porque… ¡cuando se enteró de que deje a mi esposa por un culo, se vaciló!… ¡incluso me dijo que era un pendejito por tener a otra hembra!… ¡el detalle vino cuando se enteró quien la otra mujer por quien deje a María!… ¡cuando se enteró de que era flaca del banco de inversiones, cambió radicalmente conmigo!… (…)… ¡Nunca imaginé que esa mujer jugaba un doble y hasta triple juego!… (…)… ¡Yo sabía que tenía marido e hijos; pero, me juró y rejuró que dejaría todo por ir a vivir conmigo!… ¡Es por eso que deje todo atrás!… ¡a mi esposa!… ¡a mi hijo!… ¡a mi sobrina!… ¡todo!… Pero, esa mujer… ¡me engañó!… nunca dejaría a su familia… además llevaba una relación con el presidente regional… como podía competir con eso… ¡Me cagó completamente!… (…)… ¡Salud Ricardo!… por la mariconada que hice…

-¡Salud por eso señor Segundo!…

-¿Tú crees que mi esposa me perdone?...

-¡Todo tiene un inicio y un final!… ¡y algún día, esperemos que no sea muy lejano, sé que su señora lo disculpará!… ¡pero, mientras tanto tendrá que aguantarse como los machitos!… ¡se lo digo como amigo!…

-¡Salud por eso Ricardo!…

-¡Salud señor Segundo!…

Seguimos tomando por un par de horas más, mientras las botellas de cerveza iban acumulándose.

-¿Qué piensa hacer ahora?- pregunté.

-¿No lo sé?- respondió -¡Tal vez pedir ayuda a un amigo que tengo para administrar momentáneamente el local que tiene por el centro!… (…)… ¡No me dieron tiempo de buscar una alternativa para conseguir un nuevo empleo!… ¡son unos hijos de puta!… ¡Pero!… cambiemos de tema… ¡cómo te va con mi sobrina!… ¡cómo te va con Verónica!…

-¡Me va muy bien!… ¡Verito es la persona en el que uno puede confiar y saber que nunca te va a traicionar!…

-¡A menos que tú la friegues!… ¡como pasó en mi caso!…

-¡No pienso hacer eso!… ¡si por algún motivo terminamos, no será por alguna canallada que haga!… de eso estoy seguro… ¡quiero hacer las cosas correctas con ella!… no por ello quiere decir que pienso en casarme… no por ahora… pienso que todo llegará a su debido tiempo, sin apresurarlo… conocernos más y mejor… saber nuestros gustos, nuestros rechazos, nuestras metas, nuestros sueños…

-¡Yo también pensaba así cuando tenía tu edad!… y ya ves… la cagué por el primer culo que se me pasó enfrente… ¡Siempre fui fiel a mi esposa!… o tal vez lo traté… ¡pero, tu muchacho eres el mujerieguito!… ¡el pendejito!…

-¡La diferencia entre ambos puede ser que yo tal vez haya sido el pendejito, el mujeriego, o como usted crea llamarlo!… ¡pero, déjeme decirle que toda eso, como los demás excesos que un ser humano pueda cometer, llegan a cansar a uno mismo y dejar de hacerlos!… ¡a mí en particular, ya me canse de esos juegos!… ¡aunque siempre la tentación está de por medio!…

-¡Mozo!… ¡un par de chelas más!- pidió Segundo.

-¡Solo un par más señor Segundo!… ¡mire que aún es día de semana y mañana es viernes!…

-¡No jodas muchacho!… ¡chupa conmigo!… mira que nunca antes lo habíamos hecho, además…

Aquel comentario fue interrumpido por una llamada telefónica -¡Disculpe, debo de contestar el celular!- dije -¿Aló?... (…)… ¡Hola mi amor!… (…)… ¡sí!… estuve pensando en ti… no lo dudes… (…)… Estoy con tu tío Segundo tomando unas cuantas cervecitas y luego voy a mi cuarto… (…)… Bueno… entonces pasaré a verte un momento… (…)… no te preocupes, manejaré bien, no tomaré en exceso… (…)… y yo también mi amor, te quiero muchísimo… (…)… se lo diré… te quiero… (…)… chau…

Sonreí al terminar la llamada telefónica y miré al señor Segundo -¡Vero le envía saludos!…

-¡Gracias muchacho!… ¡cuando la veas, dile que la quiero mucho!… ¡y que me disculpe por la burrada que cometí!…

Seguimos tomando las cervezas hasta que la última botella que habían pedido llegó a su final.

-¡Bueno señor Segundo, tengo que retirarme!… ¡no quisiera llegar a ver a Vero aún más mareado de lo que estoy!…

-¡Está bien muchacho!… ¡más te agradezco el haber venido a tomar unas cuantas cervezas conmigo!…

-¡Si gusta lo llevo a donde está viviendo!…

-¡No!… ¡no te preocupes!… ¡puedo llegar solo!… ¡gracias de todos modos!…

Al despedirnos, nos dimos un fuerte abrazo con tres palmaditas en la espalda. Ambos sonreímos y salimos de aquel establecimiento. Subí a mi motocicleta y miré nuevamente a mi exjefe -¿Esta seguro que no desea que lo lleve?...

-¡Seguro!- respondió.

-¡Entonces!… ¡nos vemos señor Segundo!…

-¡Nos vemos Ricardo!… ¡Oye, oye!…

-¡Dígame!…

-¡Que buena elección hiciste con la nueva secretaria!… ¡es una mamacita!… ¡lástima que el próximo jefe se ganará con ella!… ja, ja, ja…

-¡Cierto!… ahora sí, nos vemos señor Segundo…

-¡Hasta luego Ricardo!…

Aceleré la motocicleta a una velocidad prudente, puesto que no deseaba causar ningún accidente, ni mucho menos accidentarse rumbo a la casa de Verónica.

Mientras conducía, sentí vibrar el celular que tenía en el bolsillo de la camisa. Detuve el vehículo y contesté.

-¿Aló?... hola Sandrita… que hay de nuevo… (…)… ahora que pasó… (…)… bueno, bueno… te espero en mi depa dentro de una hora… (…)… ahora no puedo porque estoy dirigiéndome a casa de mi enamorada… y no es que sea malo, pero si me das a escoger entre ella y tú, pues, ella gana… (…)… entonces, en una hora… chau…

No sentí pena ni mucho menos remordimiento al tratar así a Sandra. Sabía que siempre estaría ahí, aun tratándola así.

Al llegar donde Verónica la encontré sentada en una mecedora al costado de la puerta de su casa. Nos miramos y sonreímos. La abracé y la besé tiernamente en los labios.

-¡Puaj!… ¡hueles feo!- me regañó.

-¡Huelo a macho!- respondí.

-¡Hueles a borracho feo!…

-¿Y cuál borracho es lindo?… además, no estoy borracho… estoy tomadito nomas…

-¡Es lo mismo!…

-¡No es lo mismo!…

-¡Bueno usted gana, solo porque es mi amorcito lindo precioso!… ¡Ahora, cuéntame!… ¿cómo está mi tío?… nosotras ya sabemos lo que sucedió… sabemos que lo botaron del trabajo… pero quiero saber cómo esta…

-¡Está consciente de lo que ha sucedido!… ¡está arrepentido por todo este problema ocasionado por él!… y como a cualquier persona que le caiga un despido de la noche a la mañana, se siente mal por eso…

-¡Bien merecido se lo tiene!… ¡por mujeriego!- quedando mirándome con el ceño fruncido -¡Hombre tenía que ser!… ¡y no me mires así, porque tú también eres otra joyita!… ¡ya me contaron de tus perradas Ricardo Dasilva!… ¡solo que no quiero saber que a mí me las estás haciendo!… ¡no sería justo!…

-¡Claro que no amor!… ¡despreocúpate de eso!… ¡el Ricardo que tú mencionas, quedó en el pasado!…

-¡Espero que así sea!… ¡no me falles Ricardo!…

-¡No mi amor, no lo haré!…

-¡No me gustaría ser una tonta más con cuernos!…

Solo sonreí. De pronto sonó mi celular.

-Un toque amor… (…)… Aló… (…)… dime sonso que pasó… (…)… mmm… ok… dile que me espere… (…)… ok, ok… espero que me hayas puesto la casa patas arriba… (…)… Ok Angelito, nos vemos en un rato más…

-¿Quién era?- preguntó Verónica.

-¡Era Ángel, mi hermano que llegó escapándose desde Nueva York!…

-¿Tenias un hermano?... ¿y vino escapándose?... ¿qué más sorpresas voy a encontrar, Ricardo Dasilva?…

-¡Ángel vivía en los estados unidos desde hace varios años!… ¡quiso independizarse rápido y probar suerte en el extranjero!… ¡trabajó como mesero en un restaurante y en una fiesta estuvo con alguien y esa alguien salió embarazada!…

-¡Típico!- dijo Verónica.

-¿Típico de que o porque?- pregunté.

-¡Típico de algunos hombres que no quieres asumir su responsabilidad!… ¿tú no harías eso, verdad amor?...

-¡Claro que no!… (…)… Bueno amor, tengo que ir a casa, porque Ángel me llamó diciendo que llegó un amigo desde Lima y que me está esperando para salir a conversar un rato…

-¡Bueno!… pero no tomes más… mira que ya tomaste…

-¡No te preocupes amor!… ¡te prometo que no tomaré más en este día!…

-¡Bueno señorcito, confió en su palabra y sé qué hará lo que dijo!… ¡Te Amo!…

Sonreí.

-¡Te llamo luego!… ¿sí?...

-¡Mentiroso!… ¡pero, igual te amo!…

Subí a la motocicleta y me dirigí a mi departamento un poco más rápido de lo que había conducido a casa de Verónica. Tenía algo pendiente que cumplir.

Al llegar encontré a Sandra conversando con Ángel.

-¡Hola Sandrita!… ¿cómo estás?…

-¡Hola Richi!…

-¡Hermanito!… ¿trajiste algo para comer?- preguntó Ángel.

-¡Qué te parece si vas a la pollería de la esquina y te comes un cuartito de pollo!- dije.

-¡Dame plata!- respondió.

-¡Conchudo!… ¡toma y vete!… ¡demórate!…

-¡Ok!… ¡chau ex cuñadita!…

-¡Chau Angelito!… cuídate y… demórate… porque tenemos mucho de qué hablar- dijo Sandra en tono pícaro.

-¡Sí!… conozco ese tipo de conversaciones… por conversar mucho me metí en problemas en New York…

-¡Por conversar sin precaución, ni protección, huevas!- dije.

-¡No es necesario que me lo hagas recordar hermanito!… (…)… es mejor que me vaya… bueno, yo les dejo conversando de lo más rico… chau…

Ángel cerró la puerta del departamento y nos dejó solos.

-¿Que paso ahora nena?- pregunté.

-¡Nada!… ¡simplemente, quise pasar a visitarte!- dijo Sandra acercándose y dándome un beso hasta morderme y estirarme el labio inferior.

-¡Au mierda!… ¡eso duele!…

-¡Antes te gustaban mis mordidas!…

-¡Antes!… y para colmo estas tomada… (…)… ¿dónde has estado que hueles a kilómetros de cervezas?...

-¡En una reunión, con mi enamorado y unos amigos del trabajo!… y luego, pensé en pasar a visitarte… y algo más- dijo Sandra en tono atrevido y sugerente.

-Mmm… eso de “algo más suena” muy rico…

-¡Desde luego que suena rico!- dijo acercándose y volviendo a besarme desenfrenadamente. Mientras que yo no perdía tiempo y daba rienda suelta a mis instintos y acciones, acariciando el cuerpo escultural de aquella fémina.

Las prendas fueron cayéndose de una en una tiradas por cualquier parte de la habitación, hasta culminar ambos cuerpos desnudos en mi cama. Caricias, mordidas apasionadas, gemidos y placeres llenaron aquel ambiente, cuando de pronto Sandra llegaba al punto máximo de excitación, teniendo su primer y único orgasmo en esa noche.

-¡Sorry Richi!… ¡estoy cagada!… ¡ya no doy más!…

-¡Y a mí, que me coma el chancho!- respondí -¡Me dejaste sin terminar!…

-¡Será para la próxima Richi!… ¿sí?... ¡ten piedad porfa!… ¡qué te parece si nos tomamos una cervecita para cortarla!…

-¡Lo siento Sandriña; pero prometí a Vero que no tomaría ni una sola gota más de cerveza por esta noche!- dije sonriendo.

-¡Pendejo de mierda!… ¿o sea, si puedes acostarte conmigo y no tomar una cerveza?…

-¡Exacto!…

-¡No seas así!… ¡entonces para que vine!…

-¡Buena pregunta Sandrita!… ¿Para qué viniste?…

-¡Eres una mierda Ricardo Dasilva!… ¡Es mejor que me vaya!… ¡¿Cuándo aprenderé?!- dijo Sandra vistiéndose nuevamente -¡¿Dónde mierda esta mi calzón!?… ¡¿Ricardo?!…

-¡Que voy a saber!… si todo fue volando por la habitación… debe de estar por ahí, escondidito… je, je, je…

-¡Burlón de mierda!… ¡te odio!- dijo Sandra sonriendo.

-¡Ódiame otro día Sandrita y ven dame un beso así semi calatita!…

-¡Te odio Dasilva!- dijo Sandra con una sonrisa en los labios acercándose a la cama y me dio otro beso.

-¡Ahora, sí!… puedes irte…

-¡Eres una mierda!…

-¡Pero, así me quieres!…

-¡Cierto!- dijo Sandra poniéndose el vestido que había encontrado debajo de la mesa del comedor -¡Ya me voy Richi!… hablamos otro día ¿sí?...

-¡Ok Sandriña!… acá estaré cuando gustes…

Sandra salió del departamento. Al poco rato ingresó Ángel.

-¡Cuéntame con lujo de detalles!…

-¡Vete a la mierda y déjame dormir que me cago de sueño!…

-¡Putamadre!… (…)… ¡Ricardo!… encontré este sobre debajo de la cama… está dirigido a ti, de una tal Cristina… quise abrirlo, pero mejor lo dejé ahí, pensé que podrías molestarte si lo leía…

Agarré el sobre y sonreí al mirarlo -¡Gracias Ángel!… (…)… ¡sí, es mío!- volví a mirar aquel sobre que tenía pendiente abrir y leerlo; pero, el sueño era más fuerte que yo y las intenciones de leerla también se esfumaron. Lo coloqué encima del televisor con intensión de leerla al día siguiente -¡Cristina!… ¡¿qué será de tu vida Cristinita?!…