7 mar 2011

DIA 23 – Martes

-¡Ricardín!… ¡madrugaste!… ¡no pensé encontrarte tan temprano en la oficina!- dijo Leónidas.

-¡Buen día Leo!… ¡lo que sucede es que estuve preocupado por ciertas cositas en el entorno de Verónica!… ¡y tú sabes, que cuando el cuero tiene problemitas o penitas, tenemos que estar con ella!…

-¡Claro que sí!… y si les fallas, ya no te dan el culito…

-¡Claro!… ¡palabras sabias no serían mejores dichas si no salieran de tu boca!- respondí con picardía.

-¡Buenos días a todos!- saludó Josefa, llegando a la hora acostumbrada.

-¡Hola negrita, buen día!…

-¡Buenos días morena!… ¡tú siempre llegando al trabajo tan olorosa!… ¡si así hueles por fuera como olerás por dentro!- contestó Leónidas.

-Ja, ja, ja… ¡ay don Leo!… ¡gracias por el piropo, si se puede llamarlo así!…

-¡Llámalo como tú gustes morenaza!…

-¡Ya don Leo!- Josefa se acercó a mi lado -¿Sabías que tu Cristinita renunció?...

-¡Sí, lo supe!…

-¡Y se fue sin que le dieras su culeadita!…

-¡Alguna vez tenía que suceder!… ¿no te parece?- respondí en tono pícaro tratando de ocultar la verdad.

-¡Huevón!… ¡me estas ocultando algo!… ¿sí o no?...

-¡Cómo crees negrita linda!… ¡cuando te oculte algo parecido!… ¡si tú sabes bien a quien culeo y a quien no!…

-¡Claro cojudo!… ¿yo seré tu cama y tu colchón para saberlo?… ¡Y si me cuentas algo, solo lo haces a medias!… ¡y tú sabes que a mí me gusta todo!… ja, ja, ja…

-¡Eso no lo sé negrita!… ¡eso lo puede responder el murciélago de tu amor!…

-¡No le digas así a mi flaco!…

-¡Y dime!… ¿ya se animó a vivir contigo?...

-¡No lo sé Ricardo!… ¡ahora soy yo la que duda!…

-¡Pienso que sería muy apresurado vivir con él en estos momentos! ¡Yo aún vivo con mis padres! ¡Y salir así de la noche a la mañana a vivir con otra persona, no creo que sea lo más adecuado!… ¡creo que sí me independizaré!… ¡viviré sola!… ¡alquilaré mi departamento o tal vez un cuarto para solteras!… ¡y luego ya veré si me adecuo a esa nueva experiencia!… ¡Qué tal si comienzo a vivir con mi flaco y resulta que no podemos vivir así!… ¡seria la cagada!…

-¡Pero ustedes ya tienen mucho tiempo de enamorados!… ¡ya se conocen bien como son!…

-¡Eso es cierto!… ¡llevamos 6 años de enamorados; pero una cosa es visitarnos continuamente y otra es convivir!… ¡No es que no lo quiera!… ¡al contrario, lo adoro!… ¡pero, creo que lo justo es darle tiempo al tiempo en cuestión de vivir con él!… ¿Crees que estoy actuando mal?- preguntó Josefa.

-¡Creo que es una opción a la cual debo de respetar!… ¡además tu idea me parece lógica!… ¡No te dejes llevar simplemente por la arrechura de poder dormir y amanecer con el de un día para otro!…

-¡Bueno, si hablamos de amanecidas!…

-¡No me refiero a eso mañosona!…

-¡Sí, lo sé!… ¡solo estaba bromeando!… Oye, y cambiando de tema… ¿dónde está Verito que no la vi?…

-¡No vendrá ya a trabajar!…

-¿Cómo?... explícate mejor… que no entendí nada…

-¡Verónica ya no vendrá a trabajar!…

-¡Carajo, explícate mejor!… no me dejes con la picazón…

-¡Negra, tú sabes que a ti no puedo ocultarte nada!…

-¡Carajo, dilo de una vez!…

-¡Vamos a la cafetería y ahí te lo explico todo!…

-¡La haces más larga, no mierdita!… ¿acaso crees que esta es una de tus historias fantasiosas que publicas en el internet?... ¡dímelo ya de una vez y no esperes tanto!…

-¡Vamos al cafetín!…

Aquella morena se levantó y me acompañó hacia el cafetín. Al llegar pedimos un par de gaseosas y unas galletas.

-¡Ya!… ahora dímelo de una vez- dijo Josefa.

-¡Segundo se separó de su mujer!…

-¡¿Qué cosa?!...

-¡Sí carajo!… baja la voz, que aun nadie más lo sabe…

-¡No jodas!…. ¿Y por qué?…

-¿Recuerdas que ayer me dijiste que Segundo quería verme?...

-¡Pues claro que lo recuerdo!…

-¡Era para decirme eso!…

-¡No jodas!…

-¡Me llamo para darme los alcances de su separación y para consolar a Vero cuando se entere, ya que lo quería mucho y esa noticia la afectaría como mierda!…

-¿Y cómo lo tomó ella?…

-¡Pues como mierda!… la afectó mucho… y fue ahí que me enteré por quien dejó a su esposa…

-¡Putamadre!… ¡no jodas!… ¡carajo, me estoy imaginando por quien!… ¡pero, dímelo tú!…

-¡Por la tía del banco de inversiones!…

-¡Mierda!… lo sabía… si seré una bruja… yo ya lo sabía… pero si esa puta de mierda está casada y con hijos…

-¡No lo sé!… simplemente el propio Segundo me comentó que alquilará un departamento para que viva con ella…

-¡Que huevón!… romper con una mujer como la señora María por una puta de mierda… no me parece…

-¡Es por eso que mi Verito no vendrá más a trabajar!… ¡no quiere verle la cara al tío!… y sentiría vergüenza cuando todos sepan lo que ocurrió entre sus tíos…

-¡Pero, eso ya no es culpa de ella!…

-¡Exacto!… pero, es la decisión que ella tomó… además, es mejor así, de un modo u otro…

-¡Claro pues pendejito!… ¡a ti te conviene que Vero ya no venga a trabajar!… ¡Así tú tienes más tiempo de perrear con las practicantes!…

-¡Negrita cómo crees eso!… ¡yo ya doble mi cola!… ¡ya no tengo el diablito dentro!…

-¡Papito, aun tienes a tu diablito dentro!… ¡y lo tendrás para toda la vida!… ¡solo que tu cuando quieres lo dominas!… ¡y cuando no, NO!… ¿es o no es así?...

-¡Pero, ya que estamos los dos solos, desahuevate de una vez por todas!… ¿qué es lo que sientes por Verónica?… ¿qué es lo que quieres con ella?…

-¡Cuando estoy con ella siento que una armonía que rima con el viento de invierno, con la brisa de verano, con el aroma de hojas de otoño, y el ambiente floral de primavera!… ¡Ella es armónica en gestos y movimientos, es deseada, envidiada; ella es la superación que siempre consigue a solas!… ¡Se pasea por mis letras, me intuye, me entiende, me abraza cuando me siente, se acuerda de mí cuando es feliz, también cuando llora, no se ruboriza con color en sus mejillas, pero se encoje cuando la injusticia pasa por su lado y la roza!... ¡Es capaz de pelear en un mundo rodeada de hombres, erguida, plasmando en palabras todo lo que su cerebro esconde!… ¡sonríe, abraza, ama, se deja amar; es mujer, amiga, compañera, hija!… ¡Solo a ella le cuento lo que pasa por mi cabeza sin mayor dilación, sólo a mí, me cuenta lo que pasó aquella noche, o me describe el color de aquella madrugada al borde del mar, solo ella sabe abrazar con sabor a desinteresada amistad!…

-¡Qué lindo hablas Ricardo!… ¡ojala que realmente sientas eso por ella, y no juegues con sus sentimientos!… ¡fíjate en lo que está pasando ahora!… ¡por un culo alegre su tía está sufriendo como mierda!… ¡y luego el cojudo de Segundo se dará cuenta que cometió un error grandísimo, y volverá nuevamente a casa, derrotado!… ¡ya lo veras!…

-¡Puede que tengas razón!…

-¡Es que no “puede que tenga razón”!… ¡sé que tengo la razón!…

-¡Saliendo de acá, iré a casa de Vero a ver cómo sigue!…

-¡Mejor llámala antes de ir!… ¡a veces las mujeres queremos estar solas en una circunstancia como esta!…

-¡No importa!… ¡de todas maneras iré!… y si me pide que me vaya a mi casa, pues me iré… lo importante es que me vea ahí… que sepa que no la dejaré, ni en los momentos más feos…

-¡Te escucho y no lo creo!… qué bueno que pienses ahora así… me gusta mucho… ya era hora de que te enamores de verdad… y mejor si es de una chica como Verónica…

-¡Tú sabes que cuando me enamoro me entrego totalmente con todos mis sentimientos!… y trato de no fallar en nada…

-¡Sí, pero a ti te vi enamorado solo dos veces!… ¡a las demás no las considero, porque sé que solo eran tus agarres de fin de semana y de ocasión!… ¡Promoción dos por una!… ¡paga por una y te llevas dos a la cama!… ¡Esa era tu rutina!… ¿o no?...

-¡Era negrita!… ¡era!…

Terminando de platicar en los ambientes del cafetín, retornamos a nuestros respectivos puestos de trabajo. Al regresar, nos encontramos con un ambiente movido. Aquel “careculo” de mujer encargada del área de personal tenía el teléfono pegado a la oreja haciendo llamadas a distintas partes. Se notaba en su rostro que la preocupación invadía a aquella mujer. Cuando de pronto se acercó a mi escritorio como nunca antes lo había hecho.

-Ricardo, ¿puedes venir conmigo unos instantes?- preguntó Rosa, la jefa de personal.

-¡Desde luego que sí!- respondí.

Fuimos juntos al escritorio correspondiente al área de personal y aquella mujer dijo: -¡Ricardo, tenemos un problema, aunque no es del todo súper importante ni mucho menos delicado!… pero, el problema está…

-¡Dígame de que se trata!…

-¡Hoy recibimos la carta de renuncia de la señora Carla Linares, la secretaria del señor Segundo!… ¡y como ya sabes, también se fue la practicante, Cristina, y tengo entendido que Verónica ya no vendrá a trabajar!… ¡por lo que necesitamos con urgencia una nueva secretaria para nuestro jefe!- dijo.

-¿Nuestro?- dije.

-¡Me refiero al señor Segundo!- respondió.

-¡Y yo que tengo que ver en ese asunto!… se supone que su área es la encargada de los nuevos contratos de personal, ¿no es así?...

-Sí, tienes razón; pero… en estos momentos se están dando algunos problemitas en nuestra institución que pronto todos estarán enterados… habrán cambios Ricardo…

-¿Y yo que tengo que ver en eso?…

-¡Necesitamos una nueva secretaria para la gerencia general!… ¡y necesito que tú te encargues de eso!… ¡sé que tienes carisma para detectar buen personal!… ¡sobretodo femenino!…

-¡Pues, esa mala fama me hicieron!…

-¡Esa es tu reputación muchacho; pero, ahora necesitamos que lo hagas pero profesionalmente!… ¡Hoy estaremos colocando en los medios de prensa todos los anuncios para recepción de curriculums, y mañana mismo comenzaremos con las selecciones que tú hagas!… ¡Necesitamos a la chica perfecta lo más rápido posible!…

-¡Es una tarea súper difícil que la tengo que aceptar por obligación!…

-¡Sí Ricardo, sabemos cuánto te sacrificaras por eso!- respondió aquella señora con cierta ironía.

Miles de ideas llenaban mi cabeza. Que tipos de mujeres entrevistaría. Que nuevas tentaciones llegarían al pequeño submundo público.

Saliendo del trabajo, fui directamente a casa de Verónica. Cuando llegué a aquella vivienda encontré a Verónica sentada en la vereda. Bajé de la motocicleta y me senté a su costado sin decir una sola palabra, la abracé y ella comenzó a llorar.