7 mar 2011

DIA 08 – Lunes

-¡Buenos días a todos!- saludé a mis compañeros de oficina.

-¡Ricardito se te ve la cara de felicidad!… ¡como abras pasado tu fin de semana!… de seguro culeando a un montón de chibolas ja, ja, ja- dijo Leónidas.

-¡Nada Leo, solo culeando a una cojuda de por ahí!- respondí.

-¡Cuéntamelo mi hermanito, cuéntamelo!- dijo Leónidas mientras sus orbitas visuales se desorbitaban por la angustia y el morbo.

-¡Luego Leo!… luego- respondí -¡Mira que la cara de culo regresó a chambear y puede venir a jodernos!…

-¿Cómo?… ¿ya regresó?- preguntó Leónidas.

-¡Si loco!… llegó junto conmigo…

-¡Conchesumadre!… y yo que quería salir un rato a hacer una huevada por ahí…

-¡Cagado Leo!…

Como todas las mañanas, abrí la bandeja de entrada de mi correo electrónico a ver si desde la más alta jefatura había recibido algún email. Era también el día en que el director de aquella institución haría la tan esperada exposición que había elaborado.

-¡Leo!… regreso en un toque… voy a la oficina del director a entregarle la exposición que hará por la tarde- dije.

-¡No te preocupes Ricardín!- respondió Leónidas.

-¡Leo!… y donde esta Josefa que no la vi desde que llegamos…

-¡No se hermanito!… ¡tú sabes que ese culazo es autónomo y no avisa a donde va!…

-Ja, ja, ja… Es cierto… Con ella no hay vainas… bueno... Cuando regrese dile que estoy con el señor Segundo mostrándole la exposición…

-¡No te preocupes Ricardín!…

Coloqué el usb en la computadora y grabé la información que necesitaba. Seguidamente me dirigí a la oficina del director.

-¡Buenos días Carlita!…

-¡Hola Ricardito!… ¿Que se te ofrece?- respondió aquella secretaria.

-¡Necesito hablar con el señor Segundo!… es sobre la exposición que tiene que realizar el día de hoy, y para eso tiene que revisarlo y ver que cortamos o aumentamos…

-¡Un momento por favor!… déjame llamarlo…

Aquella señora tomó el teléfono interno e hizo la llamada respectiva y con el gesto noble que le caracterizaba indicó que pudiera ingresar.

-¡Buenos días señor Segundo!…

-¡Buenos días Ricardo!… ¿terminamos la exposición?- preguntó aquel personaje.

-¡Sí!… ¡terminé con su exposición!- respondí.

-¡A ver!… grábamelo en la laptop… yo francamente no entiendo muy bien estas cojudeces de tecnologías- dijo.

-Crearé un acceso directo para que le sea más fácil ubicarlo…

-Como no Ricardo… Gracias…

-No hay de que señor Segundo…

Una vez terminado de grabar dicho archivo electrónico retiré el usb que tenía conmigo -¡Listo señor!… ¡si hay algún cambio en las diapositivas solo avíseme y con gusto lo arreglaré!… ¡Con permiso!…

-¡No te retires muchacho!… necesito hablar contigo…

-(¡Putamadre! ¡Carajo!)- pensé -(¡Y ahora que chucha quiere este huevón!)…

Aquel jefe superior me observó sonriente e invitó a sentarme mientras un breve silencio invadía aquella oficina fría por el aire acondicionado.

-¡Ricardo!… ¡Muchacho!… iré al grano… Hablé con mi esposa… ya estoy enterado de que estas con mi sobrina… y creo que en guerra avisada… ya sabrás el resto… Te lo había dicho, porque te conozco y sé cómo eres… se dé que pie cojeas… Tu punto débil son las mujeres… Eres el clásico mujerieguito… El cacherito, por decirlo vulgarmente… No digo que esté mal… y que no lo hagas… Somos hombres y está en nuestro instinto y naturaleza ser infieles… pero, lamentablemente ahora eres el enamorado de mi sobrina- sonrió sarcásticamente -¡Que suerte tienes!… tener a una hembrita bien rica que nunca tuvo experiencia en el amor… ¡sabes a lo que me refiero!- nuevamente el silencio invadió aquel lugar -¡Se cuáles son tus debilidades!… es por eso que te acabo de asignar una practicante para ti…

-¿Perdón?… ¿pero, se refiere a una practicante para el área de capacitación?- pregunté.

-¡No muchacho!… ¡una practicante para ti!…

-¡No lo necesito!… ¡hago muy bien mi trabajo solo!… ¡y si requiero algo yo mismo lo busco!…

-¡Así es muchacho!… pero, ya sabes… donde manda capitán… Además… es recomendada personal del Presidente de la Región… y no encontré un área mejor para trabajar que no sea la tuya…

Ambos quedamos mirándonos con una sonrisa fingida como quien decir “me llegas a la punta del rábano”.

-¡Espero que la nueva practicante sea de tu agrado!… en cuestiones prácticas pre profesionales… desde luego… ¿no es así Ricardo?- sostuvo aquel jefe superior.

-¡No se preocupe señor Segundo!… Sé cómo hacer mi trabajo…

Y con una media sonrisa en el rostro salí de aquella oficina.

-¡Carlita, déjame decirte con todo el respeto que te mereces!… ¡que tu jefe es un soberano y magnifico hijo de puta!- aquella noble mujer abrió los ojos descomunalmente por aquella frase vertida -¡Discúlpame Carlita, pero lo tenía atravesado en la garganta y necesitaba sacarla rápido!… nuevamente mil disculpas…

-¡Ricardo!… No puedes decir eso del señor Segundo… ¡Te falto agregar que es una reverenda mierda, esclavizador, abusivo y mañoso!- agregó furiosamente aquella noble mujer.

-¡Carlita, me sorprendes con ese vocabulario!… benditas sean las palabras tuyas… y acertadas todas… pero, conmigo nunca se puso mañoso…

-¡Loco!… no hables tonterías…

Sonreímos un segundo y volví a mi escritorio encontrando a Josefa con la nueva practicante asignada para mí.

-¡Ricardo, te presento a Cristina Gómez!… la nueva practicante asignada a tu área…

Observé a aquella señorita de ojos tipo oriental color miel, de estatura alta, piernas largas y curvadas, cintura pequeña, cabello castaño y crespo, piel canela, tostadita -¡Es un placer conocerla señorita!… ¡y bienvenida a esta área!…

Aquella joven me miró de los pies a la cabeza -¡El placer es todo mío!… ¡créamelo!…

-¡Ok!… ambos ya están presentados… ahora, me retiro… ¡Ricardito, la señorita es toda tuya!… en el buen sentido de la palabra- dijo Josefa en tono pícaro.

-¡Dígame lo que tengo que hacer y lo haré sin murmuraciones!- dijo aquella muchacha en tono directo, coqueto y atrevido.

-¡Por ahora no tenemos nada que hacer!…

-¡Entonces puedo ir al cafetín a comprarme una tortita!… me muero de hambre… no desayune- dijo.

-¡Desde luego!… ve nomas…

-¡Gracias!- respondió entre mordiéndose los labios.

Quedé observándola mientras se perdía en la distancia de su recorrido hacia el cafetín de Marcos.

-¡Ricardín, cuál es tu secreto para que ese tipo de culitos te lleguen y gratis!- preguntó Leónidas -¡Yo tengo que darles una propina para que salgan conmigo y más aún cuando quiero darles una culeadita!… ¡sangronas y putas de mierda las que me tocan!…

-¡Simple loquillo!… ¡metete con la sobrina de tu jefe superior y te cagará la vida poniéndote los más ricos manjares en frente tuyo!… ¡si los comes en frente suyo estas cagado!… ¡así que agarra un dulcecito a escondidas y comételo saboreándolo y cagándote de risa!… ¡ya que el muy huevas creerá que te ganó la partida!…

-Ja, ja, ja… ¡que pendejo!… ¡tú si estas en edad de hacer eso muchacho!- refirió Leónidas con cierta nostalgia.

-¡Ricardo!… y a todo esto… ¿dónde está tu flaquita?- preguntó Josefa -¡Porque me imagino que ya es tu flaquita!… ¿o no?... mira que no quiero meterte el dedo en tu culito ja, ja, ja…

-¡Respuesta uno, está de viaje con su tía!… regresó a su pueblo para ver a su mami… es que le contaron que ella se encontraba mal de salud… (…)… ¡Respuesta dos, Sí!… ya es mi flaquita desde el domingo por la madrugada… y en conclusión… ¡ya no me meterás el dedo al culo virgen que llevo!- culminé sonriendo.

-¡Qué bueno!… ¡ojala que ahora si no la cagues y dejes tus perradas por un lado!- dijo Josefa.

-¡Descaradamente no lo haré je, je!…

-¡No juegues con Verónica!… ¡mira que ella si me cae bien!… ¡no como las putitas a las que te comes siempre!…

-¡No las llames así negrita! ¡no son putitas!… ¡nunca me han cobrado nada!… el calificativo que si va con ellas es ser abusivas, porque siempre abusan sexualmente de mi… y así no es negra... uno también tiene sentimientos- dije en cierta broma.

-¡Ricardo, al que juega con fuego!… se le tuesta el pájaro… ¡recuérdalo!- culminó Josefa volviendo a su escritorio.

-¡No le hagas caso Ricardín!… ¡a esa morena le hace falta huevo duro!- dijo Leónidas con su tono libidinoso -¡La vida está en culear!… ¡una culeadita por aquí, una por allá!… ¡yo era como tú cuando era chibolo!… culeaba a todas mis vecinitas, incluyendo a una primita que iba a mi casa de vez en cuando… era una terrible aquella prima… y mírame ahora como estoy, fuerte y vigoroso…

-¡Mierda!… si ese es mi futuro… entonces me vuelvo cabro- dije entre risas.

Al lapso de un pequeño tiempo de burlas y jodas entre nosotros, apareció la nueva practicante, Cristina.

-¿En que lo puedo ayudar señor?- preguntó aquella muchacha.

-Mmm… mira Cristinita… francamente estamos libres por esta mañana… pero, si gustas, puedes ordenar algunos documentos que tengo con la señorita Josefa- respondí -Y luego por la tarde iremos al auditorio de esta institución para poner todo en orden para la exposición del director, con lo que respecta al proyector multimedia, equipo de cómputo, equipos inalámbricos y demás tonterías tecnológicas...

-¡No hay problema señor! ¡Cuente conmigo, para todo!- respondió -¡Con permiso, voy donde la señorita Josefa!...

Al cabo de un tiempo Josefa se acercó -¡Oye, me parece o esta cojuda se te está entregando todita en bandeja de plata!… mmm… sospechoso…

-¡Sí!… ¡ya lo noté!…

-¡Acaba de llegar a mi bandeja de entrada un correo del señor Segundo, conteniendo un archivo en power point para su exposición!… ¡te la reenvío Ricardo!…

-¡Ok negrita!… ¡Gracias!…

Revisé el archivo enviado por el señor Segundo. Introduje el usb en la computadora y grabé la información necesaria para la actividad de la tarde. Solo había que hacer algunos arreglos y todo estaría listo.

Luego de un almuerzo silencioso como nunca antes entre Josefa y Leónidas, me dirigí al auditorio de aquella institución, encontrando en ella a la joven practicante.

-¡Hola Cristina!… no pensé que estarías acá tan temprano…

-¡Cuando tengo algo en objetivo no descanso hasta culminarlo u obtenerlo!- respondió puntualmente.

-¡Eso es bueno!… luego me dirás que otros objetivos tienes… a ver si te puedo dar una manito- dije.

Ambos nos miramos y sonreímos en complicidad a lo expresado por ambos.

Llegada la hora de la exposición, autoridades, empresarios, invitados especiales y periodistas hacían su entrada en aquel auditorio implementado con los mejores equipos multimedia. Todo estaba en orden.

Al culminar la exposición del director general, todos los trabajadores implicados en el éxito resultante nos dirigimos a un bar cercano a tomar unas cervecitas y culminar la tarde, integrándose al grupo la joven practicante asignada a mi área.

Las miradas fijas y seductoras de aquella fémina hacia mí, eran notorias ante los presentes. Lo que me ponía en duda, si era algún tipo de trampa puesta por Segundo o simplemente una arrechura de aquella muchacha. La duda estaba puesta, solo había que descubrirla.